Los cultivos hidropónicos son aquellos en los que se utiliza una técnica de cultivo gracias a la cual las plantas crecen sin necesidad de que exista suelo agrícola, mediante disoluciones minerales y agua. Los tomates, los pepinos o las lechugas son algunos ejemplos de cultivos que suelen funcionar con hidroponía. A continuación se presentan los tipos de cultivos hidropónicos que se utilizan actualmente.
El cultivo en balsa o en bandejas flotantes
Se trata de un tipo de cultivos muy interesantes y diferentes. De esta forma, las lechugas crecen directamente sobre el agua mediante una solución nutritiva que se presenta disuelta y sin necesidad de usar ningún otro tipo de sustrato. Las plantas se colocan en bandejas de poliestireno agujereadas y éstas soportan el cultivo.
Mediante esta técnica se consigue poder hacer plantaciones de forma continúa para que, nada más recolectados los vegetales (por ejemplo, unas lechugas), se pueda realizar una plantación inmediata en estas mismas bandejas, que se volverán a colocar en la balsa de cultivo, a no ser que algún aspecto sanitario aconseje que haya que desinfectar las bandejas.
Con esta técnica se consigue facilitar mucho el trabajo exigido, sobre todo durante la plantación y la recolección y se trata de un sistema que se puede mecanizar y cuyo coste económico se puede asumir con bastante facilidad. Este tipo de técnicas son cada vez más utilizadas y poco a poco se irán implantando en la agricultura para sustituir a otro tipo de técnicas de cultivo más tradicionales y poco eficientes.
La técnica de las láminas de nutrientes
A continuación se presenta otra de las nuevas técnicas hidropónicas, se trata de un tipo de cultivos mediante los cuales las plantas crecen sobre agua pero en este caso sobre una lámina de agua que se encuentra en continuo movimiento y está enriquecida con una especial solución nutritiva. "Las canaletas de este sistema cuentan con una longitud de tres metros y además se encuentran recubiertas de una lámina plástica. En ellas se colocan las lechugas y se les va aportando la solución nutritiva, que circula por la canaleta y se recoge en el otro extremo, dónde va hacia un depósito que la vuelve a impulsar. Así se consigue que el agua riegue las plantas de forma continua. En este caso las que se mueven son las canaletas con la lechuga o el vegetal plantado", nos dicen desde el portal Jardin.Vip. En este caso la variación de la densidad de esta plantación va variando, disminuyéndose las plantas que se colocan en cada metro cuadrado de cultivo para al fin obtener una densidad media superior a la que se suele dar en los invernaderos.
Cultivos por mecha
Este tipo de cultivos son los más simples. Se coloca la solución de forma estática en el envase. Así, en este lugar, las plantas con las raíces sumergidas en el agua con la solución y con algunos depósitos de solución de plomo nutritiva. Esta técnica se utiliza sobre todo para jardines ornamentales y jardines domésticos.
Cultivo aeropónico
El tercero de los tipos de cultivos hidropónicos que existen es el aeropónico. En este caso, y como su propio nombre indica, las láminas se encuentran suspendidas en una hoja, en el contenedor en el que se ubiquen y se les rocía de forma regular una nube de solución nutritiva. Las raíces de estas plantas se encuentran sumergidas en el líquido y aunque se ahorra agua, hay que controlar de forma estricta la calidad. Además se trata de un tipo de técnica menos utilizada.
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