Durante todo el período de crecimiento del bonsái tendremos que podarlo para mantener la forma general que deseamos obtener. Este corteno sólo es importante para la forma, sino que también lo es para que la luz penetre bien dentro de la masa del follaje, y así evitar que nuestro bonsái sea un árbol "vacío" y seco, sólo verde en apariencia.
Excepto haciendo una deshoje completa, no podemos ver con precisión lo que pasa dentro de la enramada. Existen dos tipos de poda: el de mantenimiento o estival, y el estructural o invernal. El estival sirve para mantener la forma adoptada inicialmente. Nuestro bonsái está creciendo como queremos y todo parece indicar que la cosa está yendo bien.
La poda estructural sirve para dar la forma al bonsái, pero también para comprobar si bajo el follaje todo va correcto. Y es que a veces, a pesar de nuestros esfuerzos y nuestro corte esmerado, al podar observamos que ciertas ramas se han hecho demasiado gruesas con relación a otras, que el árbol parece evolucionar hacia una forma diferente o que una rama se ha convertido en molesta. Todo esto es lo que podemos apreciar mediante la poda invernal.
A continuación te ofrecemos dos artículos para que te informes un poco más sobre ambos tipos de poda.
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