El huerto urbano es un término que parece estar de moda en los últimos años, pero a diferencia de cualquier otra moda habida y por haber, está es realmente productiva y te ayudará a ahorrar, cultivando tus propios vegetales, a aumentar la buena salud liberándote de los pesticidas aplicados en la agricultura a gran escala y a conocer una actividad donde estarás involucrándote tanto fÃsica como mentalmente.
Estos huertos domésticos son pequeños cultivos instalados en terrazas, macetas, ventanales o jardines de grandes ciudades. La finalidad es cultivar de forma ecológica, natural y sostenible aprovechando el espacio disponible.
¿Qué se necesita para crear un huerto urbano?
• Elegir un lugar idóneo, debes pensar en el mejor sitio de tu casa para plantar.
• La ventilación es crucial, ese lugar idóneo ha de recibir luz directa del sol mÃnimo cinco horas al dÃa, permitir buena profundidad de la tierra ya que de esto depende el desarrollo óptimo de las plantas, sobre todo este lugar debe estar ventilado.
• Si pretendes cultivar en macetas, es necesario que tengas en cuenta que las mismas deben tener entre 7 y 15 centÃmetros de profundidad.
• Elegir la planta adecuada para ti, si eres principiante es bueno iniciarse con vegetales cultivables todo el año y cuyo ciclo de crecimiento sea corto (lechugas y cebollas), de esta forma tu primera experiencia en el huerto urbano será muy satisfactoria.
Paso 1, introducir el sustrato
El sustrato es una de las cosas más importantes a la hora de determinar el éxito de una siembra, es el equivalente al suelo del campo, es la base de desarrollo de tus plantas y, por lo tanto, según su calidad, los cultivos serán bueno o malos. Se recomienda elegir el sustrato más ecológico posible, el compost, una mezcla de restos vegetales y estiércol.
Paso 2, elegir la forma de siembra
Hay dos formas distintas para cultivar tu propio huerto:
• De forma directa, se refiere a cuando haces un hoyo en la tierra, depositas las semillas y esperas a que germinen, cuando empiezan a crecer debes eliminar las débiles y dejar las más fuertes.
• En semilleros, es utilizada para sembrar semillas débiles como los pimientos y la lechuga, debido a que estas necesitan la máxima protección y cuidado en su desarrollo, después de que hayan alcanzado cierto tamaño se trasplantan al lugar definitivo. Cabe resaltar que algunas hortalizas como las zanahorias no requieren este método.
Paso 3, el agua
Al igual que la luz y la profundidad, el agua es fundamental para el correcto desarrollo de tus plantas, sin embargo, tampoco hay que ahogarlas en vital lÃquido. Conviene saber la medida justa para cada tipo, pues regarlas de forma excesiva es igual de perjudicial que no regarlas lo suficiente.
El sistema por goteo es muy recomendable para huertos urbanos debido a que te permite ausentarte por varios dÃas sin que los niveles de humedad se vean afectados, además del ahorro significativo de agua.
Paso 4, el trasplante
Si has elegido la forma de siembra por semillero, en algún momento será la hora de trasplantar dichas plantas. Recuerda hacer esto con mucho cuidado, no hay que maltratar las raÃces y una vez puesta en su nuevo sitio, prensa la tierra alrededor del tallo y riega inmediatamente.
Paso 5, el abono
Las plantas, al igual que cualquier otro ser vivo del planeta requiere de alimento, su comida son los nutrientes minerales que colman el sustrato y que obtienen gracias a sus raÃces, las más importantes son el fosforo, el potasio, el magnesio, el nitrógeno, el hierro, el cobre y el boro.
Al comienzo no precisa de abono, pero después de un periodo de tiempo, los vegetales habrán consumido todos los nutrientes y será necesario añadir más compost. Por lo general el abono debe hacerse unas dos veces al año.
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